jueves, marzo 30, 2006

Crónica de una carrera embarrada


La crónica de la carrera en Susa es bastante interesante, he decidido contarla en los dos días de la experiencia para que se tenga una mejor idea de cómo estuvo el asunto.

Sábado 25
La idea de ir a reconocer el circuito de una carrera antes de correrla es uno de los mejores inventos en el ciclomontañismo. Permite definir si uno corre o no corre. Claro que si la inscripción ya esta paga, nada que hacer, por mas dura que este la cosa hay que hacer el intento. Sin embargo, mi caso no era ese. La inscripción tenía que pagarla el día Domingo 26 y al conocer la pista podría definir de una manera más clara la forma de atacar el circuito. El clima en Susa no estaba ayudando, había mucha lluvia y se veía venir mas.
La pista comenzaba en el parque principal, como casi todas las pistas, pero en menos de 200 metros se encontraba con un empedrado tipo laja, corto pero pesado que indicaba el dificil tramo de subida que se aproximaba. El ascenso técnico era duro en tiempo seco, ese día estaba complicado pero era posible realizarlo, por supuesto usando el 1-1 y 1-2 (en mi caso). El final del primer ascenso tenía una bajada normal en principio pero bastante técnica al final, no era larga, tendría aproximadamente unos 25 o 30 metros, pero tenían que recorrerse entre un bosque en el que el piso estaba húmedo. El camino se había formado en el centro de una canal que empezaba a acumular barro, por supuesto la mejor forma de bajar fue a pie. Luego se presentaba una subida relativamente realizable, con bastantes escalones de piedra, el piso estaba liso pero permitía un manejo del terreno para continuar el ascenso sobre la bici. Al final de ese tramo había un pequeño paso por otros dos mini bosques con algo de barro, el paso por debajo de un árbol a una altura de 1.5 metros hacía del dominio de la bici algo fundamental. En ese momento ya se alcanzaba el alto, la primera cumbre de la carrera, por supuesto se aproximaba un descenso. El descenso era entre otro pequeño bosque, bastante empinado y bastante embarrado. En ese momento se supo que para el siguiente día, dadas las condiciones que se esperaban de mucha lluvia y poco sol, las cosas no iban a estar tan sencillas. Luego del descenso se presentaba una transición en una trocha con subidas cortas y bajadas igualmente cortas con pasto, para terminar en un bosque corto y oscuro, con tierra negra y raices. La salida de ese bosque conducía a un paso entre más árboles que salían a la carretera para luego entrar de nuevo a una trocha empinada que de nuevo cortaba la carretera y anunciaba una próxima bajada. Esa bajada era sencilla nada complicado, para luego enfrentar la última subida, la mas corta pero mas complicada, en medio de una loma enmontada con mucho pasto y barro. Luego de la subida se encontraba la zona del Abismo. Bastante literal la descripción porque en realidad era un abismo. Luego de bajar el abismo empezaba la bajada de verdad. La bajada comenzaba entre una laja bastante lisa continuando con una bajada de aproximadamente 100 o 150 metros empinados y embarrados pero logrables. Luego de eso se encontraba una trocha con piso de arcilla, bastante liso, para luego encontrarse con El Matadero. Esta parte literalmente era una pared, con unos 6 metros de altura, por supuesto era posible pasar por el ladito y evitarse el susto tan berraco y el porrazo casi seguro si uno se mandaba sin experiencia. Esta era la parte final del circuito que entraba de nuevo en el pueblo para encontrarse de nuevo con el parque principal.
Domingo 26
El gran día. El día de la carrera. Salimos desde Villa de Leyva a las 8:25am, llegamos a eso de las 9:30am a Susa. Era necesario recoger mi número y pagar la inscripción. Rápidamente realizé esa labor resultado de la cual me fue asignado el número 406. Ubiqué a mi equipo de pits y empecé a preparame para la carrera, entre el plan estaba calentar antes de arrancar, sin embargo el frío y la lluvia no permitieron comenzar rápidamente, mientras me alistaba llamaron a mi categoría (senior sport) y arrancaron justo cuanto terminé de alistarme, es decir comencé 30 segundos despues de todo el mundo. Por supuesto esa no fue la razón para no estar entre los primeros, pero si fue un problema comenzar sin calentar, porque mi pulso estaba en las nubes. El día había amanecido lluvioso, de forma que la pista estaba más dura que el día anterior. Pude comprobar que cuando la convocatoría indicaba un terreno ténico lo hacían con toda la razón, era muy técnico. Es decir que con lluvia y mucho barro era bastante complicado. Logré alcanzar a los coleros empezando la subida, el barrial ayudó a que todo el mundo tuviera que bajarse de la bici pronto y fue fácil llegarles. Sin embargo estaba helado y subir así es un camello. La primera vuelta fue interesante, alcancé a pasar algunas personas y otras tantas me pasaron, de alguna forma yo estaba en la cola de la carrera y la salida de ahí no iba a suceder fácilmente. Durante esa vuelta luché para mantener el pulso tranquilo y poder respirar, pero fue bastante complicado, estaba demasiado agitado, la subida y luego la bajada a pie no ayudaban. El sentimiento de estar en carrera fue interesante. No fue posible estudiar a los rivales, porque no los ví antes de la partida, ni durante la carrera. La segunda subida la hice a pie toda, enterita, no había manera de hacerla montado, estaba demasiado lisa, demasiado barro para poder completarla. La bajada del abismo igualmente fue a pie, el día anterior se había logrado montado con susto, pero barro mas susto no eran buena combinación, además el 95% de los competidores estaban haciendo lo mismo. La bajada estuvo interesante, de mucho cuidado, se necesitaba mucha precausión y el terreno no estaba ayudando. Después de superar la bajada combinando técnicas avanzadas de trote con bicicleta y caminata rápida con algo de descenso sobre la bicicleta por fin llegué de nuevo al Matadero, por supuesto no lo tomé sino que hábilmente crucé mi bicicleta hacía el desvío de los sensatos. Logré así completar la primera vuelta. Pasé para la segunda y no se presentaron grandes diferencias. Subí casi igual pero en la bajada pude tener un mejor control, aunque tuve una pequeña caída de pie en la que estuve cerca de clavarme contra un árbol..jeje..afortunadamente no pasó a mayores. En la segunda vuelta pasé un par de corredores de mi categoría, quienes manifestaron su deseo de no terminar la carrera. Creo que ahí me acababa de convertir en el último de la categoría entre los que terminamos. La tercera vuelta fue la más interesante. Cuando pasé junto a la barra melcocha que me acompañaba, apenas comenzaba la subida y apenas comenzaba el sufrimiento, no recibí nada de comer y me arrepentí de ello. En esa vuelta tuve que darle todo a pie. La pista había empezado a secarse y el barro se ponía mas pegachento en la bicicleta. Las condiciones no estaban ayudando, la vuelta se estaba convirtiendo en un buen ejercicio. La subida se triplicó en tiempo. La bajada ayudó a recuperar algo de aire, mas no de tiempo, porque la segunda subida fue necesario realizarla a pie también. Finalmente la última bajada indicaba el fin de una maratónica aventura que duró al rededor de dos horas y media. Al final la barra estaba preocupada porque estaba tomando más tiempo del necesario para dar la vuelta. Finalmente aparecí de nuevo, lleno de barro y cansado.

Al final, corría el rumor de lavada de bicicleta gratis en una bomba de gasolina cerca a Susa. Muchos corredores estaban allá tomando un turno de manguera para lavar la bici, los zapatos y las piernas. Era la manera de terminar esta embarrada carrera.
A la barra presente gracias! A la barra virtual también muchas gracias!